Me patrocinan

jueves, 20 de septiembre de 2007

Historia de punta del este

En el oriente del territorio, allí donde surge sobre el horizonte el sol de cada día, comienza el variadísimo litoral marítimo uruguayo. Los accidentes naturales de esa costa dibujan caprichosas figuras y se suceden las ensenadas, dunas, remansos, roquedales, largas cintas areníferas dando lugar a balnearios de fama internacional, en su largo discurrir hacia la capital, Montevideo. Entre esas joyas destaca un diamante turístico : Punta del Este.
Nació dentro de una pequeña y estrecha península, adentrándose en el océano como un dedo de tierra señalando el horizonte de donde viene, a raudales, la extraordinaria luminosidad que la envuelve. Primorosas casitas veraniegas primero, luego hotelitos familiares y, a partir de la década de los 50, una formidable expansión la transformó en lugar de descanso de alto nivel para un vive como quieras pero con jerarquía.
Aquí se respetan todas las concepciones arquitectónicas, en tanto armonicen con el estilo alegre y señorial del balneario. Las mansiones se rodean de amplios, ondulados parques particulares de bien cuidado césped y en casi todas las zonas dominan los pinares, altos, esbeltos, abigarrados en sus copas, al amparo de cuya sombra se protegen hermosos chalets. Lo colonial, se conserva en la lindera ciudad de Maldonado.
Ninguna persona se siente extraña en Punta del Este, a pesar de sus altas, sofisticadas e imponentes torres que señalan el camino costanero a la entrada del balneario, o de las casas palaciegas, porque existe una especial naturaleza comunicativa en el conjunto y en la gente. Nada ni nadie impone condiciones pero, sí, todo y todos se brindan en la alegría y satisfacción de vivir en plenitud. Detrás de los muros, naturalmente, se alberga la intimidad. Sin embargo, la sociedad, permanente o eventual, establece normas de relación y se forman grupos abiertos de amigos y las puertas de las casas quedan de par en par para los vínculos y suelen efectuarse fiestas ambientadas por el jet set.
Balneario por excelencia, se halla condicionado, en buena medida, al mar. Los espejos de agua de las piletas en predios particulares y en algunos hoteles complementa, más allá de la comodidad, el aspecto estético y constituyen una característica local. La oferta global de alojamiento, comprendiendo hotelería, para-hotelería y arrendamientos de inmuebles, supera las cien mil camas, los servicios de todo tipo están dispuestos para atender una demanda aún mayor.
Viniendo desde Montevideo por la Ruta Interbalnearia, siguiendo la cinta de blancas, finas, relucientes arenas, el viajero verá de pronto, al descender de un lomo en la panorámica carretera, surgir ante sí un paisaje de altas torres bordeando el mar, pero faltará un largo andar por la costanera antes de entrar en la península propiamente dicha. Las playas le han ido acompañando, al igual que yates y embarcaciones en busca de sus amarras.
La península es un mundo de contención para el ímpetu del oleaje oceánico y da lugar a dos diferentes tipos de costas : Brava y Mansa. La primera , directamente enfrentada al Atlántico, goza de la predilección de quienes gustan desafiar las envolventes espumas. La segunda, calma y suave, deleita a la infancia y a personas de temperamento reposado. Al ser una lengua de tierra rodeada de mar, goza de una mayor oxigenación del aire y de mayor proporción de ozono, yodo y salitre que una zona costera común.
Cuando llega la noche, otras atracciones convidan al turista. Los espectáculos musicales y culturales, las discotecas donde se reúne la juventud, la emoción del tapete verde y los juegos en los casinos o asistir a estrenos absolutos en salas cinematográficas. Para gourmets, se abren las puertas del paraíso culinario, pues aquí la cocina especializada de todo el mundo despliega su mejor arte.
Rincones gratos, dentro y fuera de la península, restaurantes internacionales o lugares donde comer sencillamente, boliches, lindos barcitos y confiterías, calles de shopping, cuyo comercio atiende casi hasta el amanecer, supermarkets que no cierran nunca, en fin, la noche de Punta del Este ofrece mil opciones. Millares de ojos de luz en las ventanas de los altos edificios, el intenso tráfico de coches, gentío por todas partes dicen, claramente, que nadie duerme en el balneario hasta despuntar el alba. O, mejor dicho, casi nadie.
Para la juventud deportiva éste es el centro turístico ideal, tanto se trate de prácticas terrestres o marinas. Ya se han vuelto tradicionales el surf, el wind-surf, la motonáutica, etc., así como tenis, golf y el polo, que ultimamente ha cobrado enorme auge con la presencia de campeones internacionales.
En materia de competencias, el balneario viene destacándose en disciplinas marítimas tales como famosas disputas de veleros haciendo escala en Punta del Este en su camino a la vuelta al mundo, o carreras de automóviles de fórmulas privilegiadas, además, torneos internacionales varios tienen lugar en el balneario.

No hay comentarios: